martes, 19 de febrero de 2013

Los Sueños de mi Cerda - La llamada de mi ama KITTY CASTIGADORA 3º Parte

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  • BIEN CERDITA TE VAS A QUEDAR EN ESA POSTURA HASTA QUE VUELVA CON TU REGALITO HOY ME SIENTO COMPLACIENTE CONTIGO
  Salió de la habitación tardo unos minutos y volvió no se había cambiado de ropa pero si tenía algo distinto era una poya roja grande y no muy gorda lo justo para que cuando penetrase en el culo de un sumiso supiera lo que es ser follado.
  • CERDA LEVANTA TU CULITO ROJO HACE JUEGO CON MI POLLA TE FIJAS A LO MEJOR HACEN BUENA PAREJA
  Entonces comenzó a penetrarme con un movimiento continuo, mi culo se abría como si diera paso al tren, mi ama apoyaba sus manos en mis nalgas e introducía toda aquella poya que me llega hasta mis entrañas. Estás disfrutando de tu regalito y se movía cada vez más y más rápido hasta que paro, yo no podía más me desplome en suelo, sentía mucho placer, dolor es algo inexplicable la sensación de ser dominado por mi ama Kitty Castigadora.
  • DATE LA VUELTA QUIERO VER TU POYA, VAYA ESTA UN POCA MAS GORDA
  Levantó su pie y con su tacón la presionaba muy suave al principio pero cada vez con mayor fuerza hasta que se le escapaba
  • TE GUSTA ESTAS DISFRUTANDO VERDAD CERDA TAMBIEN TE FOLLARE CON MI TACON
  No podía articular palabra alguna, solo sentía su tacón dentro de mí sacándolo y metiéndolo cada vez con más fuerza no podía aguantar más hasta que decidió parar no quiero que te corras me dijo, yo terminé con la frente apoyada en el suelo sentía placer, placer de lo que mi ama me había hecho disfrutar sintiendo su tacón dentro de mí.
  Ya era casi el mediodía las horas me parecían minutos cuando estaba con mi ama disfrutando de su presencia, hoy había cumplido le gustaron los churros, las varas también, estaba contenta.
  • BUENO MI CERDITO ESTO ES TODO POR HOY PUEDES VESTIRTE TE LLAMARE PRONTO QUIERO QUE HAGAS ALGO PARA MI
  Estaba contento la sensación que tenía era muy distinta al del último encuentro con mi ama, creo que cumplí con sus expectativas, pensaba mientras me vestía no sin sentir el dolor en todo mi cuerpo de los golpes recibidos. Salí de los dominios de mi ama Kitty Castigadora con la sensación que volvería a verla muy pronto.
  Pero eso será otra historia, que sin duda contaré de mi ama con este su cerdo sumiso.






                                                         FIN

viernes, 15 de febrero de 2013

Historia de una DOMINATRIX 5º parte


  En mi ultima sesión por fin me había estrenado con el strap-on, sintiéndome realmente poderosa y follándome a ese malnacido haciendo que cada centímetro de su ser, se entregase a mi. Después de ese éxtasis mis piernas temblaban y se estremecían, me sentía como nunca.
  Acababa de salir de casa de mi sumiso y me lo había follado, ahora me dirigía a mi casa exhausta y totalmente complacida de como se había comportado mi sumiso, hasta el momento esta aprendiendo y lo estoy haciendo a mi mano, la muy zorra como le gustaba mi polla. Unas semanas mas tarde recibí un sms de mi sumiso, pensé, que querrá esta cerda ahora. No respondí y al día siguiente, otro mensaje en el que me había enviado unas fotos con los recados que en nuestro ultimo encuentro le había ordenado. Complacida ante la obediencia y eficacia de mi súbdito, creí oportuno que era hora de la siguiente lección así que me prepare para ir a ver a ese mequetrefe.
  El frió era insoportable y había escarcha en el pavimento, pero pronto entraría en calor me decía a mi misma. Llegue hasta la puerta de mi sumiso que con cara de asombro me miro, parecía dispuesto a salir, abrigado hasta las cejas y con un paraguas, me rei de el, pobrecillo era tan ridículo con esa cara, con el paraguas y ese horrible abrigo. Me acerque y le dije:
    • Se puede saber donde vas sumiso.
    • A hacer unos recados mi ama. Dijo el
    • Los recados los pospondrás para mas tarde bastardo, ese abrigo que tienes es una autentica porquería vamos de compras.
  Me siguió como perro fiel que es, llegamos a la tienda, fui ojeando abrigos y le ordenaba que fuese cogiendo los que me gustaban. En cuanto vi que había suficientes fuimos al cambiador, Yo me senté y le ordene que se los pusiera y fuera desfilando (ya que era bastante amplio) para mi como si fuera una modelo, venia a mi con los morros hacia delante, le di una patada con mis tacones en las canillas y le dije que dejara de hacer el ganso, que lo hiciera bien.
           -Ahora por imbécil, cada vez que llegues hasta mi arrodillate y besame la zuela, tarugo.
Así estuvo hasta que se probo todos los abrigos, en el ultimo ya le día una patada en el hombro y se callo para atrás, se levanto torpemente y nos fuimos con el abrigo que había elegido para el, el otro que tenia puesto lo tire en el primer contenedor que vi, que horrible era.
  En cuanto llegamos le ordene que se quitase la ropa y que se pusiera un delantal de cocina nada mas. Fue a cambiarse mientras yo me ponía cómoda y cerraba las cortinas y las ventanas del salón para que todo quedase bien a oscuras, a los 5 minutos llego, le ordene que me trajera agua y una venda para los ojos. Le ordene que se postrara ante mi, le vende y le dije que se pusiera a 4 patas me descalce y cogí uno de mis tacones y silenciosamente le clave el tacón en el hombro, me aleje sin que el oyera ni el mas mínimo ruido y aparecí en frente y le di una fuerte bofetada. A continuación me puse detrás de el metiendole la punta del zapato y se la metí por el culo dolorosa y fuertemente. Me aproxime hasta su oído y le dije:
      • Que zorra esto te gusta verdad
      • Oh si mi ama. Dijo el entre sollozos.
  Luego me fui, subí hasta su cuarto y cogí unas pinzas, llegue hasta a el en la penumbra del salón me acerque sigilosamente y le coloque las pinzas en los pezones. Oí un gemido y le pegue una fuerte bofetada y le dije que se callase. Abrí las cortinas y toda la luz entro derrepente inundando la habitación, fui hasta mi sumiso y le quite la venda, le desate y fui hasta mi trono, cruze las piernas y le ordene que viniera hasta mi :
  • Ahora mi zorrita va a adorar mis zapatos. Vas a aprender a adorarlos y mimarlos, y tratarlos como una extensión de tu AMA.
  Entonces le di mi permiso y lentamente, con sumo cuidado el pasaba sus manos por los zapatos
acariciándolos y besándolos, casi sentía la delicadeza que ponía en ello, y haciéndome sentir muy relajada, la verdad que la muy penca lo estaba haciendo muy bien. Ordene que me quitase los zapatos y tenia mi permiso para olerlos, aspirar su esencia y saborearlo para sus adentros.
    • Te doy mi consentimiento, a llegado la hora, puedes oler y chupar mis pies mi fiel sumiso, te lo has ganado.
    • Gracias mi AMA sois muy generosa, sois mi diosa esplendida y fantástica. Mientras me adoraba y hacia reverencias.
    • No seas tan pelota, ya el premio te lo has ganado.
  Desesperado fue a olerlo, se lo restregaba por la cara aspirando todo el olor de mis pies y suspiraba del gusto que le daba, saboreando cada instante que le había cedido para deleitarse. Los toco y masajeaba notando cada zona del pie, lo chupo, dedo a dedo relamiéndose cada vez que pasaba a otro dedo.
Cuando ya hubo terminado con el pie, habiéndolo saboreado completamente, paso al otro deleitándose sabiendo que después ya no tendría mas, aprovechando bien los últimos minutos que le quedaban rechupeteando cada dedo. Decidí que había terminado su premio, retire el pie y el aferrándose me lo agarro, hale mas fuerte y le di una patada en el hombro.
    • Ya tu premio ha expirado cerda, que pasa ¿que ahora quieres unos azotes golfa?. Vamos al baño anda, mira como me has dejado los pies todos pringosos babosa repugnante.
  Me lavo las piernas delicadamente y me dio un breve masaje, me puso unas cremas, la verdad que me sentía muy a gusto, pero ya era hora de irme. Antes de irme mi sumiso me tenia preparado el recado que le había mandado a hacer en la anterior sesión, me había conseguido una fusta de color negra, tal como le había pedido, - buen perrito - le dije yo mientras le acariciaba la barbilla, abrí la puerta le ordene - felpudo al suelo – se tiro sin pensárselo delante de mi, me limpie los zapatos y le di algún puntapié en las costillas y me fui.